Acabo de terminar de leer el libro «El retorno de los chamanes», un ensayo político sobre las distintas maneras de hacer política. Es un libro que me ha parecido muy interesante ya que va más allá del debate ideológico manido entre izquierdas y derechas, y motiva, a partir de evidencias y estudios, cómo la forma de hacer política puede impactar más en la consecución de los objetivos que las cuestiones de fondo que conforman la ideología de un opción. Esta cuestión de la forma frente al fondo me viene rondando de un tiempo a este parte, y gracias a este libro he conseguido aprender nuevos conceptos y puntos de vista, ordenar mis pensamientos, confirmar sospechas, descubrir nuevos pensadores, entender mejor cómo funciona la política, desmontar mitos y romper tabúes.
Dicen que «aprender es arriesgar un poco de tu personalidad». Es abrir las puertas a un extraño que se quiere colar en la morada de tus convicciones con el pretexto de que va reorganizar y redecorar tu casa. ¡Con lo tranquilo que estaba uno para que vengan a molestar! Bueno, pues aquí ha entrado Victor a ponerlo todo patas arriba.