Científicamente, el color azul se define como una percepción visual que ocurre cuando la luz con una longitud de onda comprendida entre 460 y 482 nanómetros llega al ojo humano.
En cambio, el poeta Rubén Darío describió el color azul como «el color del ensueño, el color del arte, un color helénico y homérico, color oceánico y del firmamento».
La primera definición es precisa y unívoca, pero no nos sirve para entender a qué se refiere Rubén Dario. Es ahí donde encuentra su lugar la filosofía. La ciencia explica el mundo material y cataliza el desarrollo tecnológico, mientras que la filosofía reina en el mundo de los significados.
Y aunque «la verdad es que grietas no faltan», si nos fijamos con cariño podemos apreciar un continuo de conocimiento que atraviesa todas las disciplinas desde la física a la metafísica.